03 Apr
03Apr

La sociedad es diferente a la suma de sus miembros que posee. Es posible que en el mundo haya sociedades con el mismo número de individuos y el bien común que hay entre ellas difiere mucho. El bien común implica y significa bienestar. Considero que para que una sociedad pueda tener un desarrollo sostenible, sustentable y la conservación de áreas con ecosistemas frágiles sea más fácil de cuidar es necesario que todos los individuos en conjunto trabajen en ello.

En épocas de epidemias el bien común debe ser fundamental y la organización que mantenga la sociedad en momentos de crisis puede implicar mejoría, es decir que no haya más muertos o contagiados. 

El hecho de que el papel higiénico, la comida enlatada, la pasta y el arroz y químicos tóxicos se hayan agotado en las tiendas, pero las secciones de frutas y verduras frescas se encuentran completamente llenas y surtidas, nod muestra que los seres humanos no tenemos la menor idea de cómo funciona nuestro sistema inmunológico.

También, la ausencia de los seres humanos en las calles ha disminuido la contaminación en el mundo, en lugares como los canales de Venecia, las aguas están completamente limpias. También, los satélites de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea han detectado una reducción significativa del dióxido de nitrógeno.

En China, las autoridades ordenaron el cierre de fábricas y despejaron las calles desde finales de enero para evitar la propagación del virus. Las observaciones satelitales indican que las ciudades de Milán, Torino y Bérgamo han experimentado esta reducción.

El impacto que tendrá el Covid-19 dependerá de la duración del brote. Pero es imposible ignorar que previo al virus la economía global ya mostraba señales de debilidad. Por ejemplo, Japón ya mostraba una caída del PIB en el cuarto trimestre de 2020, Alemania, Francia, España e Italia también mostraban importantes señales de desaceleración entonces para cuando la situación del virus se estabilice, la economía global tardará en recuperarse.

Los costes económicos de una enfermedad viral van más allá de los daños directos en los sectores sociales y económicos afectados. Sus consecuencias económicas se pueden multiplicar con rapidez en especial ante una economía global debilitada.

Las restricciones a la producción en China son una preocupación. Las cuarentenas podrían interrumpir algunas cadenas de valor internacionales, y los recursos dedicados a prevenir y curar a los afectados podría desviar esfuerzos productivos a actividades con menor retorno económico.

El coronavirus altera el desarrollo usual de las actividades sociales y por ende hay que seguir medidas sanitarias específicas que si las seguimos adecuadamente pueden salvarnos a nosotros, a quienes nos rodean y a los que los rodean a ellos.

Pero, ¿qué tal y si, un operador del transporte público no cumple con las acciones preventivas y medidas sanitarias y alguien se contagia en su unidad? ¿Y si prestadores de la salud no atienden a personas que presenten síntomas del virus y la enfermedad se propaga más? En cualquiera de las dos situaciones, el derecho penal aplica o podría aplicar todo el peso de la ley en aquellos que rompen con la normativa.

La cuestión del coronavirus ya no es broma. Los memes ya son cosas del pasado porque las cosas ya son serias. La importancia de mantenernos a salvo es cuestión primordial en estos días y en lo que siga o se aplace la cuarentena.

Que en tan poco tiempo hayan muerto tantas personas en el mundo es horrible. Mantener limpios los lugares en los que nos desenvolvemos en lo qye me gusta llamar como confinamiento solitario es importante también porque implica que tenemos más posibilidad de mantenernos y a los que nos rodean sano. Habrá efectos positivos y negativos, sí, pero considero que incluso después de todas las guerras masivas que ha podido sobrevivir el ser humano, ésta pandemia es superable. Con las medidas necesarias y adecuadas, sobreviviremos. Pase lo que pase.

En Milán, por ejemplo, la concentración de gases pasó de 65 microgramos por metro cúbico en enero a 35 microgramos por metro cúbico en la primera mitad de marzo.



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